La libertad aún sigue siendo lo que más aprecio en este mundo. Claro que eso me ha llevado a hacer cosas que no debería haber hecho y que no volveré a repetir, a herir a alguna gente, comprendí que podía hacer cualquier cosa, excepto forzar a otra persona a seguirme en mi locura, en mi sed de vivir. Sé que la libertad tiene un precio alto, tan alto como el precio de la esclavitud; la unica diferencia es que pagas con placer y con una sonrisa, incluso cuando es una sonrisa manchada de lágrimas.
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