Y cuando lo vi pude sentir su miedo, senti su frustacion y sus ganas de llorar tan intensamente como cuando solia hacerlo, conforme pasaba el tiempo, iba invadiendome cada ves mas de su inseguridad, de sus ganas de salir huyendo de todo, no podia mas no podia seguir alli, sin saber que decirle, poco a poco iba acercandome a ese indefenso cuerpo, sentia una inmensa necesidad de decirle tantas cosas, pero no encontraba algo que pudiera darle animos, algo que yo supiera que lo haria sentirse mejor, aun asi tenia que hacerlo, sabia que tenia que verlo de cara y darle tantas explicaciones, un mundo de sensaciones me invadia, verguenza, ira, miedo.
Cuando por fin logre acercarme, pude sentirlo, logre sentir esa fragilidad en su piel, esa gran necesidad de respuestas, cuando lo vi a los ojos, un fuerte frio me invadio y senti como cada musculo de mi cuerpo se paralizaba ante ese gran torrente de emociones que emanaba de su espiritu, no habia necesidad de explicar nada, el lo entendia todo, sabia que no habia nada que decir, sabia que yo no estaba ahi para ayudarlo, pero yo si necesitaba de su ayuda, estaba ahi para ser juzgado y solo de el aceptaria un juicio, solo el me conocia tan bien como para reprocharme tantas cosas y no habria discusion.
El tiempo transcurria y era hora de regresar, me despedi con una suave palmada en el hombro, ya no habia tiempo, todo habia quedado claro, las palabras no fueron necesarias, solo una breve despedida, ambos sabiamos que quiza no volveriamos a vernos, no se si todo esto ah valido la pena, pero no tengas miedo, es hora de llorar ahora que estamos solos, despues levantemos la cara, salgamos a la calle, tu sabes, todo esta bien, no ha pasado nada ...
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